El puente del mar azul Nicolau d'Olwer

«Dicen los geólogos que en épocas remotas una suerte de pasadera, sobresaliendo en las aguas, dividía el Mediterráneo en dos lagos: el de poniente y el de levante. De Calabria a Túnez, por un puente de roca viva, iban y venían las especies animales entre Europa y África; el hombre, sin embargo, tardío como es, ha tenido que servirse del puente líquido. Alguna razón hay en que la misma palabra designe puente en latín y mar en griego.»

Son las palabras con las que Nicolau d’Olwer nos invita a cruzar por ese puente del mar azul, la espina dorsal del Mediterráneo. Djerba, Sicilia, Malta: entre la publicación de la primera edición en 1928 y la segunda en 1945 median dos guerras mundiales, que han removido el polvo histórico y perturbado la pátina arqueológica de estos lugares prestigiosos. No obstante, los paisajes evocadores, las poblaciones heterogéneas y los mitos antiquísimos que conforman las impresiones del autor, permanecen intactos.

La imagen del Mediterráneo que nos descubre su mirada culta y refinada es a la vez sobria y deslumbrante, real y sublimada, y del diálogo que establece entre una cultura milenaria y el presente –aunque ya no sea el nuestro– va emergiendo la pregunta de si estamos ante los restos de una civilización que desaparece o si, a través de esa visión, lograremos dominar el tiempo.

El autor

Nicolau d’Olwer (Barcelona, 1888 – Ciudad de México, 1961), helenista, latinista y gran conocedor de la literatura catalana medieval, fue, además, un reconocido y respetado político, que incluso ostentó el cargo de ministro en el Gobierno de Azaña. Hombre de una actividad intelectual incansable, fue una de las figuras decisivas de la cultura catalana de la primera mitad del siglo xx. Militó primero en la Liga Regionalista y pasó luego a las filas de Acció Catalana, organización de la que llegó a ser uno de sus más destacados dirigentes. Durante la dictadura del general Primo de Rivera se exilió de España, adonde regresó en 1930 como miembro del comité republicano-socialista que preparó el advenimiento de la República.

En los años que duró la Guerra Civil no ocupó cargo alguno y al terminar la contienda se exilió nuevamente, esta vez a Francia, donde fue presidente de la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles. Presionado por el general Franco, el Gobierno del mariscal Petain lo detuvo en dos ocasiones y, tras la segunda liberación en 1945, partió hacia México. Al poco tiempo fue nombrado embajador de la República Española en aquel país, donde posteriormente desempeñaría el cargo de ministro sin cartera en el Gobierno en el exilio. Entre sus obras destacan L’expansió de Catalunya a la Mediterrània Oriental (1926), Paisatges de la nostra història (1929), Caliu. Records de mestres y amics (1958) y, especialmente, El pont de la mar blava (1928), libro inmarcesible que presentamos por primera vez en traducción al castellano.

 

 

Elba Editorial
Fecha de lanzamiento: 17 de octubre de 2018
Páginas: 144 | PVP: 19,50 €

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here