Condenado a cinco años de internamiento un menor por abusar de dos primas durante años en Almería

La Audiencia Provincial de Almería ha confirmado la condena a cinco años de internamiento en régimen cerrado impuesta por el Juzgado de Menores a un joven que, antes de alcanzar la mayoría de edad, violó durante años a dos de sus primas, ambas menores que él. El tribunal desestimó el recurso de apelación presentado por la defensa, ratificando la sentencia de instancia.
El fallo detalla que las agresiones sexuales ocurrieron durante los años 2016 a 2019, en la casa de los abuelos del acusado y de una de las víctimas, quien es cinco años menor que él. El acusado aprovechaba momentos en los que se sentaban juntos para realizarle tocamientos, y en varias ocasiones la convenció para ir a su casa, donde la sometió a diversas prácticas sexuales, culminando en violaciones.
En el caso de la menor de las víctimas, que tiene ocho años menos que el acusado, las agresiones comenzaron en 2017, cuando el joven la invitó, junto con su prima mayor, a una habitación apartada en una casa rural. Posteriormente, las agresiones continuaron hasta que él alcanzó la mayoría de edad.
El fallo destaca que ambas víctimas, aún menores de edad en el momento del juicio, presentan síntomas postraumáticos derivados de las agresiones sufridas, lo que ha tenido un impacto significativo en su bienestar emocional y psicológico.
La sentencia impone al condenado una pena de cinco años de internamiento en régimen cerrado por dos delitos continuados de agresión sexual a menores de 16 años. Además, se le ha impuesto un año de libertad vigilada en el que deberá participar en un taller de aprendizaje afectivo-sexual. El tribunal también dictó órdenes de alejamiento de 200 metros durante seis años respecto a las víctimas, así como el pago de indemnizaciones de 12.000 y 18.000 euros a cada una.
La Audiencia de Almería ha ratificado la sentencia del Juzgado de Menores, destacando que las pruebas presentadas eran razonables y detalladas. Además, subraya la forma en que las víctimas revelaron los hechos, sin ningún interés espurio y con el único propósito de hacer justicia, a pesar de las dificultades familiares que esto les ha ocasionado.
Este fallo resalta la importancia de que los testimonios de las víctimas sean tratados con seriedad y respeto, especialmente cuando los hechos involucran a menores de edad.